JULIO DEL CAMPO PORTAS
(Anexo a: http://blog-de-mag.blogspot.com/2024/03/los-origenes-en-espana-de-los-gonzalez.html)
Julio del Campo Portas nació en Perales (Palencia, Castilla y León, España) el 31 de Enero de 1864. Hijo de Gaspar del Campo y de Juana Portas Comillas. Sin datos de sus abuelos paternos y otros ascendientes de esa línea. Sus abuelos por su rama materna fueron Mariano Portas Moro y Andrea Comillas Fuentes. Julio tuvo tres hermanos: Doraciana, Felicísimo y Pedro. De ellos Doraciana, casada con Francisco González Merino, fue la madre de Gilberto y figura central de estos escritos.Julio Del Campo Portas. Fotografía tomada de: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Julio_del_Campo_Portas_(Pepe_Gracia).jpg |
De acuerdo a Gregorio Fernández Castañón en su escrito “Cuando las piedras hablan por las calles” en ‘La Nueva Crónica’ de León del 29 de Agosto de 2022 (https://www.lanuevacronica.com/lnc-culturas/cuando-las-piedras-hablan-por-las-calles_124634_102.html) a sus 20 años Julio ya estaba radicado en la ciudad de León; por lo que ésto habría sido hacia 1884. En esta ciudad y en su momento fue concejal y vicealcalde, además de fundador de la Asociación de Caridad. En el censo de 1897 figura viviendo en la calle Serrano, ya casado con Antolina Luna Aparicio, quien también consta en ese censo. Precisamente en esa circunstancia y en su domicilio, fue censado Gilberto, quién había viajado a España en 1895 para aprender el oficio de constructor con Julio, hermano de su madre.
Planilla del censo de 1897
En León y previo al mencionado censo se casó con la mencionada Antolina Luna Aparicio, con quien habría tenido dos hijas. En esto la información es algo controvertida, pues por un lado Julio Ruiz Miranda julioruiz24335@gmail.com, quien se ocupó de la historia de Julio Del Campo Portas, señala que éste tuvo dos hijas; pero por otro lado en el Diario de León del 20 de Diciembre de 2010 aparece un escrito de Santiago Portas Sangrador, quien se presenta como familiar de Julio Del Campo y en referencia a los escritos de Miranda, desmiente que Julio Del campo hubiese tenido dos hijas. Aunque el mismo Santiago reconoce que “…tres nombres de mujer con los apellidos Del Campo Luna aparecen esculpidos en su panteón, donde además se puede leer la frase: su madre Antolina Luna Aparicio, su padre Julio del Campo Portas.” (sic) Por otra parte Diez Ordas en su escrito “Una fachada de 600 palabras” (https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/), también mencionó que Julio del Campo tuvo dos hijas.
Y respecto a este tema de las hijas me remito al poema/obituario que Julio escribió al fallecimiento de su hermana Doraciana y que transcribo íntegro en la entrada que hablo de ella. Las siguientes tres estrofas de ese escrito hablan del regreso de Doraciana y su hija Victoria desde Argentina y son elocuentes respecto a las hijas:
................
Que junto con mi querida hermana
Y su hija Victoria en compañía.
A León llegamos con salud.
Vergel todo el camino parecía.
Eran las tres de la mañana.
Las chicas ya tenían preparado
Desayuno caliente en abundancia,
Y a la cama, había yo ordenado.
A dormir y hasta luego, si Dios quiere
Al sitio que antes yo había ocupado,
En compañía de mi difunta esposa,
Como un día, treinta y cinco años…
.................
Queda claro que su esposa Antolina había fallecido, y quien sino sus hijas serían 'las chicas' que en su casa ya tenían preparado el desayuno?
Julio Del Campo Portas trabajó en la restauración de la Basílica de San Isidoro que se llevó a cabo entre los años 1894 y 1920. Restauración que estuvo bajo la dirección de los arquitectos Juan B. Lázaro y Juan C. Torbado Flórez. Según el ya mencionado Julio Ruiz Miranda (comunicación epistolar con quien esto escribe) “...en las paredes laterales al altar mayor, recogiendo los nervios de sustentación de la cúpula, hay cuatro ángeles a la izquierda y otros cuatro a la derecha. Los dos que aparecen más aproximados a los fieles, se muestran con los colores originales. Y los dos siguientes, en los cuales había trabajado en su día el Sr. Del Campo, tienen solamente el color natural de la piedra. Y, efectivamente, parece ser que en el segundo de la derecha, a contar desde el altar, figura "J. del Campo."
Una de las principales obras de Julio del Campo Portas en León fue la construcción del edificio que Gregorio Fernández Castañón (https://www.lanuevacronica.com/lnc-culturas/cuando-las-piedras-hablan-por-las-calles_124634_102.html) menciona como ‘de las viejas escuelas’ y que según Eloy Algorri García el proyecto fue del arquitecto Juan C. Torbado Flórez; el mismo que estuvo a cargo de la restauración de la Basílica de San Isidoro y con quien seguramente Julio Del Campo estuvo en contacto al menos desde aquél trabajo donde él mismo participó. En el propio edificio, cargado de símbolos e inscripciones se puede aún leer: «Por la instrucción pública Julio del Campo Portas y su mujer Antolina Luna Aparicio donan este edificio a la ciudad de León. 1917″.
"Construido en un solar de 1.161 metros cuadrados, la fachada refleja un trabajo impresionante tanto por su calidad artística como por la cantidad de tiempo que debió dedicarle el escultor. Son más de 600 palabras grabadas en bajorrelieve, aparte de los bustos y demás ornamentos. En los textos se perciben dos motivaciones: su entusiasmo por León y su preocupación por la enseñanza. No exalta nuestra riqueza monumental, que salta a la vista, si no que dedica cuatro quintas partes de su trabajo a quienes hicieron o restauraron nuestro patrimonio artístico, y a recordar a “nuestros sabios y filántropos” que también son patrimonio de esta ciudad. El entrepaño central (de 2 metros de ancho) muestra su interés por la enseñanza. Lo titula “Celebridades Mundiales”, colocando a algún leones en segundo término."
Coloca también el abecedario en minúsculas y en mayúsculas, así como las numeraciones arábigas y romanas. Todo esto está en la parte más baja del edificio para que quede al alcance de la vista de los niños, son lecciones que quiere dejar a los habitantes de esta ciudad. A ambos lados de este entrepaño central, hay cuatro calles (dos a la derecha y dos a la izquierda), de 1,5 metros de ancho cada una. En ellas colocó grandes estandartes colgantes de unos tres metros de largo por 0,75 de ancho. Los cuatro llevan a la misma altura un busto en altorrelieve del personaje más destacado del texto escrito en dichos estandartes. Debajo de cada estandarte hay un angelote sonriente que lo sujeta. Sobre la segunda ventana de la planta principal hay un título que corresponde a lo escrito en los estandartes 1 y 2: “Nombres de grandes artistas y arquitectos que han restaurado nuestros monumentos”. Sobre la quinta ventana de la planta principal está el título correspondiente a los estandartes 4 y 5:“Nombres de filántropos y sabios leoneses.”
Otras de sus varias construcciones fueron los edificios ubicados en los números impares de la calle que lleva su nombre (Julio Del campo), una de la calle Astorga (hoy desaparecida) y la casa edificada en el número 25 de la calle Ordoño II edificada en 1897, a cuyos fondos se encontraba su casa y su taller. Es muy llamativo el dintel de esta casa de la calle Ordoño II, pues en su dintel se destacan símbolos masónicos como el compás, la plomada y los laureles, cosa que ha llamado la atención de quienes se ocuparon de su historia, porque no hay constancia de que haya sido masón. Respecto a esta obra es interesante aclarar que en ella seguramente trabajó Gilberto, puesto que estuvo en León desde 1895 hasta 1900 para aprender el oficio de constructor con su tío Julio.
En 1916 recibió en su casa de León a su hermana Doraciana, procedente de Argentina junto con su esposo Francisco y Victoria, una de las hijas de ambos. Francisco estaba enfermo y falleció al poco tiempo, siendo sepultado en el cementerio de León. Luego de ello Doraciana y Victoria regresaron a la Argentina hasta 1936. Fecha en la que nuevamente volvieron a León, a casa de Julio, donde falleció el 15 de Agosto de ese mismo año. Julio la sepultó junto a Francisco, muerto 20 años antes, y Victoria regresó a Argentina.
Julio Falleció al año siguiente, 1937, nombrando como heredera a su sobrina Victoria. Esta viajó nuevamente a España a recibir esa herencia, pero agotada su paciencia por idas y vueltas y trámites demasiado burocráticos, regresó a Argentina sin cobrar y esa es la última información conocida de ella.
Que junto con mi querida hermana
Y su hija Victoria en compañía.
A León llegamos con salud.
Vergel todo el camino parecía.
Eran las tres de la mañana.
Las chicas ya tenían preparado
Desayuno caliente en abundancia,
Y a la cama, había yo ordenado.
A dormir y hasta luego, si Dios quiere
Al sitio que antes yo había ocupado,
En compañía de mi difunta esposa,
Como un día, treinta y cinco años…
.................
Queda claro que su esposa Antolina había fallecido, y quien sino sus hijas serían 'las chicas' que en su casa ya tenían preparado el desayuno?
Fachada del edificio construido por Julio y donado por Julio y su esposa a la ciudad de León en 1917. Antigua fotografía compartida de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
Julio Del Campo Portas trabajó en la restauración de la Basílica de San Isidoro que se llevó a cabo entre los años 1894 y 1920. Restauración que estuvo bajo la dirección de los arquitectos Juan B. Lázaro y Juan C. Torbado Flórez. Según el ya mencionado Julio Ruiz Miranda (comunicación epistolar con quien esto escribe) “...en las paredes laterales al altar mayor, recogiendo los nervios de sustentación de la cúpula, hay cuatro ángeles a la izquierda y otros cuatro a la derecha. Los dos que aparecen más aproximados a los fieles, se muestran con los colores originales. Y los dos siguientes, en los cuales había trabajado en su día el Sr. Del Campo, tienen solamente el color natural de la piedra. Y, efectivamente, parece ser que en el segundo de la derecha, a contar desde el altar, figura "J. del Campo."
Una de las principales obras de Julio del Campo Portas en León fue la construcción del edificio que Gregorio Fernández Castañón (https://www.lanuevacronica.com/lnc-culturas/cuando-las-piedras-hablan-por-las-calles_124634_102.html) menciona como ‘de las viejas escuelas’ y que según Eloy Algorri García el proyecto fue del arquitecto Juan C. Torbado Flórez; el mismo que estuvo a cargo de la restauración de la Basílica de San Isidoro y con quien seguramente Julio Del Campo estuvo en contacto al menos desde aquél trabajo donde él mismo participó. En el propio edificio, cargado de símbolos e inscripciones se puede aún leer: «Por la instrucción pública Julio del Campo Portas y su mujer Antolina Luna Aparicio donan este edificio a la ciudad de León. 1917″.
Fachada del edificio construido por Julio y donado por Julio y su esposa a la ciudad de León en 1917. Detalle. Compartido de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
A propósito de este edificio vale transcribir la descripción que del mismo hizo Diez Ordas en su escrito “Una fachada de 600 palabras”: "La fachada de este edificio está cargada de símbolos relativos a la educación. Y precisamente ese fue el primer fin del edificio tras su cesión al Ayuntamiento, que ubicó dos aulas en la parte baja y la vivienda del director del grupo escolar Guzmán el Bueno en la parte alta, ya que estas unidades se integraron en este centro escolar."
Fachada del edificio construido por Julio y donado por Julio y su esposa a la ciudad de León en 1917. Detalle. Compartido de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
"Construido en un solar de 1.161 metros cuadrados, la fachada refleja un trabajo impresionante tanto por su calidad artística como por la cantidad de tiempo que debió dedicarle el escultor. Son más de 600 palabras grabadas en bajorrelieve, aparte de los bustos y demás ornamentos. En los textos se perciben dos motivaciones: su entusiasmo por León y su preocupación por la enseñanza. No exalta nuestra riqueza monumental, que salta a la vista, si no que dedica cuatro quintas partes de su trabajo a quienes hicieron o restauraron nuestro patrimonio artístico, y a recordar a “nuestros sabios y filántropos” que también son patrimonio de esta ciudad. El entrepaño central (de 2 metros de ancho) muestra su interés por la enseñanza. Lo titula “Celebridades Mundiales”, colocando a algún leones en segundo término."
Fachada del edificio construido por Julio y donado por Julio y su esposa a la ciudad de León en 1917. Detalle. Compartido de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
Entre las celebridades que nombra, están: «Juan Gutemberg inventor de la imprenta, Fray Pedro Ponce de León inventó el método de enseñanza de sordomudos, Franklin inventó el pararrayos en 1752, Edison el mayor genio conocido para la aplicación de la electricidad, Marconi inventor de la telegrafía sin hilos, Santiago Ramón y Cajal eminentísimo histólogo». Más abajo hay una hornacina en la que está alojado un globo terráqueo sobre un gran libro. Le siguen los bustos de otros dos personajes. Uno tiene al lado el símbolo del comercio. En el otro, sobre un libro abierto aparece una maza, una gubia y un compás. En la página del libro está escrito el siguiente texto: » Juan de Arphe Villafañe, natural de León, escultor en oro y plata.1585.″A continuación se puede ver el busto del propio Julio Del Campo. Con la mana izquierda sostiene un gran pergamino desplegado hasta sus pies, y señalando con el índice el texto que dice: «A mis maestros».
Fachada del edificio construido por Julio y donado por Julio y su esposa a la ciudad de León en 1917. Detalle. Compartido de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
Coloca también el abecedario en minúsculas y en mayúsculas, así como las numeraciones arábigas y romanas. Todo esto está en la parte más baja del edificio para que quede al alcance de la vista de los niños, son lecciones que quiere dejar a los habitantes de esta ciudad. A ambos lados de este entrepaño central, hay cuatro calles (dos a la derecha y dos a la izquierda), de 1,5 metros de ancho cada una. En ellas colocó grandes estandartes colgantes de unos tres metros de largo por 0,75 de ancho. Los cuatro llevan a la misma altura un busto en altorrelieve del personaje más destacado del texto escrito en dichos estandartes. Debajo de cada estandarte hay un angelote sonriente que lo sujeta. Sobre la segunda ventana de la planta principal hay un título que corresponde a lo escrito en los estandartes 1 y 2: “Nombres de grandes artistas y arquitectos que han restaurado nuestros monumentos”. Sobre la quinta ventana de la planta principal está el título correspondiente a los estandartes 4 y 5:“Nombres de filántropos y sabios leoneses.”
Otras de sus varias construcciones fueron los edificios ubicados en los números impares de la calle que lleva su nombre (Julio Del campo), una de la calle Astorga (hoy desaparecida) y la casa edificada en el número 25 de la calle Ordoño II edificada en 1897, a cuyos fondos se encontraba su casa y su taller. Es muy llamativo el dintel de esta casa de la calle Ordoño II, pues en su dintel se destacan símbolos masónicos como el compás, la plomada y los laureles, cosa que ha llamado la atención de quienes se ocuparon de su historia, porque no hay constancia de que haya sido masón. Respecto a esta obra es interesante aclarar que en ella seguramente trabajó Gilberto, puesto que estuvo en León desde 1895 hasta 1900 para aprender el oficio de constructor con su tío Julio.
En 1916 recibió en su casa de León a su hermana Doraciana, procedente de Argentina junto con su esposo Francisco y Victoria, una de las hijas de ambos. Francisco estaba enfermo y falleció al poco tiempo, siendo sepultado en el cementerio de León. Luego de ello Doraciana y Victoria regresaron a la Argentina hasta 1936. Fecha en la que nuevamente volvieron a León, a casa de Julio, donde falleció el 15 de Agosto de ese mismo año. Julio la sepultó junto a Francisco, muerto 20 años antes, y Victoria regresó a Argentina.
Julio Falleció al año siguiente, 1937, nombrando como heredera a su sobrina Victoria. Esta viajó nuevamente a España a recibir esa herencia, pero agotada su paciencia por idas y vueltas y trámites demasiado burocráticos, regresó a Argentina sin cobrar y esa es la última información conocida de ella.
Dintel sobre la entrada de una casa de la Calle Ordoño II en cuyos fondos estaba su casa y su taller. Fotografía compartida de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
Placa sobre la calle que lleva su nombre. Compartida de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
Placa sobre la calle Colón. Fotografía compartida de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
Placa sobre la avenida Palencia. Fotografía compartida de: https://archivistexperience.wordpress.com/2015/06/11/una-fachada-de-600-palabras/ |
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