HISTORIAS DE PAPAS (10)
Y entre vino y vino se
sirvió un par de platos más, porque su hambre histórica se imponía por
sobre todo. Mientras tanto el vino comenzaba a hacer su efecto y la
desinhibición empezó a soltarle más y más la lengua; inclusive llegó al
punto de acordarse el mismo del malogrado asunto de la papa del medio
día, el que hasta un rato antes le hacía cosquillas feas en la panza al
recordarlo. Fue entonces cuando el mismo criollo que al medio día le
había alcanzado el jarro de agua fresca, pidió a sus compañeros que no
le diesen más vino. Pero ya era tarde. LEER MÁS >>>
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