REGRESANDO A CHAVES (4)
Luego de los tres escritos previos [(1) (2) (3)], en los que hablé sobre el cuestionablecomportamiento de los adolescentes en mi ciudad, comportamiento que por lo que he hablado con gente de otras ciudades, es más o menos similar en ellas, no puedo menos que concluir el tema con algo positivo que presencié en otro país y que bien valdría ser tomado de ejemplo.Recuerdo que durante 1.994 y por cuestiones de mi profesión, tuve en suerte visitar Islandia. Este país es una isla de unos 450 Km. de diámetro, ubicada en la latitud del círculo polar ártico. Por tal razón el clima es muy frío, con temperaturas medias de verano que no superan los 9 grados centígrados. Por la misma razón, durante 4 meses al año (final del otoño, todo el invierno e inicios de primavera) el sol no asoma en su cielo.
En semejante clima no existen árboles. La carencia de sol y de verde durante esos cuatro meses, hace que los islandeses, quienes por otra parte son muy organizados, no esperen a que nazca y crezca algo de verde en sus plazas. Quieren verde ya, el primer día en que asoma el sol sobre el horizonte. Y entonces traen barcos cargados de césped en panes desde Europa continental, cubriendo sus plazas y paseos públicos con el mismo y con cantidad de macizos de flores que cultivan en invernaderos, o que también traen de Europa.
Pero lo más notable de esto, al menos para un tipo como yo, proveniente de un país donde los chicos hacen lo que les viene en gana, estén o no estén de vacaciones escolares, es que todo el mantenimiento de las plazas y paseos públicos lo hacían chicos entre 8 y 14 años de edad. Después de mi favorable asombro, consulté al respecto y fue totalmente lógica la respuesta del islandés a quien dirigí la pregunta. Con palabras más o menos, este me dijo que “...en esta época los chicos no tienen clases; están de vacaciones. Pero ese hecho no los exime de su compromiso social como ciudadanos en formación y entonces deben brindar a la sociedad por lo menos cuatro horas diarias de tareas comunitarias, o de otro tipo.”
Quien esto me explicaba era propietario de una flota pesquera; seguimos en contacto epistolar y al año siguiente me mandó un correo electrónico contándome que en ese momento estaba con su flota pescando arenques en el llamado Estrecho de Dinamarca, que es el que separa Islandia de Groenlandia. Y en esa campaña de pesca que duraba entre dos y tres meses, llevaba a bordo a su hija de 10 y a su hijo de 8 años, ambos de vacaciones escolares en ese momento, para que fuesen aprendiendo, como en un juego, sobre como se ganaba la vida su padre.
Huelgan comentarios al respecto. Viendo como los islandeses manejan la educación integral de sus niños y de sus adolescentes y viendo como les inculcan su responsabilidad de ciudadanos y su amor al trabajo desde la niñez, no es difícil pensar porqué Islandia ya alcanzó los mil años continuos de parlamento funcionando. Porque el parlamento islandés funciona como tal desde la época en que Leif Eriksson y sus vikingos descubrieron las costas de América del Norte. Y también puede explicarse que la mujer que durante mi visita a la sazón ejercía la presidencia del país por cuarto mandato consecutivo, al decir de un diputado de la oposición de ese momento, seguramente iba a ser elegida para el próximo mandato, “...porque es muy buena gobernando del país”. Y repito, a ese comentario me lo hizo un diputado del partido opuesto al poder ejecutivo!!
Voy a concluir esta nota con una frase que resume todo lo dicho en las cuatro notas que concluyen con esta. La presentó Guillermo Farber en la página web Monografías.com: “Todo el mundo piensa en dejar un planeta mejor para nuestros hijos, cuando lo que debería pensar es en dejar mejores hijos para el planeta.”
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Maravillosa frase!!!
ResponderEliminar“Todo el mundo piensa en dejar un planeta mejor para nuestros hijos, cuando lo que debería pensar es en dejar mejores hijos para el planeta.”
... y si dejaramos mejores hijos para el planeta, todo el mundo estaría mejor.