sábado, 24 de julio de 2010

--- Regresando a Chaves(3)

REGRESANDO A CHAVES (3)
En las dos notas previas (1) y (2) intenté plantear la impresión negativa que al regresar a Chaves, me causó la mala conducta de los adolescentes locales. Mala conducta en todos los aspectos imaginables. Con la intención de hacer un aporte constructivo que vaya más allá de la puntualización del problema, también comenté un par de ejemplos negativos que nosotros, los adultos, damos a diario.
Intentaré ahora avanzar en el tema trayendo a cuento algo que leí hace mucho tiempo respecto a lo que necesitan los jóvenes. Algo que en su momento registré porque me pareció atinado. En un viejo ejemplar de la revista americana “The Saturday Evening Post” del año 1.957, un artículo de Mario Pei, profesor de la Universidad de Columbia, aseguraba que lo que más valoran los jóvenes de sus mayores no es ni el amor, ni la indulgencia, ni la comprensión. Lo que más valoran en los mayores es la justicia.
Los adolescentes buscan la justicia que surje de códigos de conducta cuyas normas deben ser respetadas, a riesgo cierto de sufrir castigos. Tal vez no castigos severos, pero si bien determinados. En ese artículo, Pei decía que tanto las pandillas o “barras” como las fuerzas armadas, demuestran que los jóvenes están dispuestos a aceptar tales códigos. Al ingresar a cualquiera de ellas, el joven sabe que sus normas son rigurosamente obligatorias y que sus sistemas de premios y castigos son igualmente previsibles.
Ha dejado de sentirse niño, comienza a sentirse adulto y espera (y merece!!) que se lo trate como tal. Debe decírsele que se espera de él y que le ocurrirá si no cumple. Pero esto último deberá ocurrir indefectiblemente. Solo éso lo hará sentirse responsable de sus actos. Jamás deberá fomentarse la idea de que “...es un irresponsable”, excento de leyes y de disciplinas.
Y ni la pobreza de unos ni la riqueza de otros deberá justificar las malas conductas de nadie. En un mundo que pretendemos sea libre, nadie deberá ser esclavo de su medio. Si cada niño y cada adolescente se siente en pie de igualdad con los demás para recibir premios o castigos según su conducta, sus méritos y sus esfuerzos, la juventud no nos defraudará.
Según este artículo de Mario Pei, la inseguridad económica, las desavenencias en las familias y la violencia explotada como negocio en las películas y otros espectáculos públicos, afectan muy poco al problema general. El problema se soluciona con la participación de los involucrados, estableciendo derechos y deberes; disciplina y justicia. Es decir, normas claras que merezcan el respeto de los adolescentes. ¿Será tan difícil de lograr esto, que debiera ser tan natural y por ende, tan fácil?
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viernes, 23 de julio de 2010

--- Regresando a Chaves(2)

REGRESANDO A CHAVES (2)
En la página previa en la que hablé de la conducta lamentable de los adolescentes locales, consideré a la falta de autoridad de los padres, como muy probable causa de esa conducta. Cada vez estoy más convencido de que ello es así, pues no percibo ejemplos que indiquen lo contrario. Y recordemos que la mejor autoridad es la que educa con el ejemplo.
A propósito traigo a cuento una anécdota de la que fui protagonista acá mismo. Una mañana temprano iba en mi viejo Jeep por el boulevard San Martín, desde Ana P. de Elicagaray hacia Sarmiento. En esta última retomé la mano contraria para ir a cargar combustible en la estación de servicio que está sobre San Martín y Chacabuco. En ese momento, una camioneta Ford que venia detrás mío por la segunda cuadra de San Martín, dobló en contramano por Chacabuco y entró a la estación de servicio inmediatamente adelante mío.
Al bajar su conductor, de unos 45 años, muy probablemente padre de familia, le dí los buenos días y como para ofrecerle la chance de reconocer la infracción de tránsito cometida, le pregunté:

- “¿Señor, es usted de Chaves?”

- “Sí, señor!!”, me respondió con firmeza, a lo cual contesté:

- “Entonces, por favor, la próxima vez que venga a cargar combustible aquí, sería mejor que no doble más en contramano como lo hizo, porque puede generar un accídente.  O puede  obligar a los inspectores de tránsito a que le hagan una boleta.”

Este señor, siempre correctamente, aunque intentando justificar lo injustificable, inició una defensa diciéndome:

- “Si vamos a analizar, fíjese que hay autos mal estacionados en la avenida.”

El diálogo siguió poco más y no viene al caso; aunque de la anécdota vale rescatar lo evidente de que hacemos muchas cosas mal, "...porque los demás también las hacen mal!” Se cometen infracciones de tránsito, “…porque los demás también las cometen!"; y muchos pibes se emborrachan y rompen  cosas, “...porque los demás también se emborrachan y rompen cosas!!” 
Y ese no es el único justificativo que he escuchado de alguien que da malos ejemplos. Cuando vivía en Buenos Aires, un domingo casi me pasó por arriba un Falcon en contramano y ante mis gestos, su conductor se bajó a explicarme “...que él andaba en contramano porque se la bancaba!!” Mientras tanto, un niño de no más de ocho años de edad observaba desde el auto la "lección" de tránsito que pretendía dar ese adulto, muy probablemente su padre, y observó también todas las explicaciones que éste recibió sobre como circular ."..sin molestar a los demás."
A lo que quiero llegar con esto, es que cualquiera sea el argumento empleado por los adultos para explicar porque hacen las cosas mal, dando deplorables ejemplos a los niños y a los jóvenes, valen las siguientes reflexiones. Para los que las hacen mal “...porque los demás también las hacen mal”, ¿qué pasaría si adoptasen conductas más de humanos que de ovejas y dejando de seguir al rebaño, empezasen a hacer las cosas como corresponde a su rol de adultos, en una sociedad que imperiosamente debe reorganizarse y  que no sabe por donde empezar a hacerlo?
Y a los que hacen las cosas mal “...porque se la bancan”, ¿Qué pasaría si de una vez por todas “se bancan” ser el ejemplo a seguir, en una sociedad tan carenciada de buenos ejemplos? En cualquiera de los dos casos, quizá muchos adultos podamos ya ser irredentos. Pero no olvidemos que los chicos necesitan buenos ejemplos y nos están mirando!!
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jueves, 22 de julio de 2010

--- Regresando a Chaves(1)

REGRESANDO A CHAVES (1)
Hacía ya cuatro años que había regresado a mi pueblo, Chaves, buscando la imagen de aquella que me llevé a los 18 años, cuando partí hacia la universidad. En los 33 años que habían mediado entre mi partida y mi regreso, anduve mucho por el país y por el mundo. Y todo lo que vi siempre reafirmó el sentimiento de volver a mi pueblo. A este Chaves que hoy vivo y en lugar de disfrutar, sufro.
Y ya aquí, en lo más íntimo supe que esa idea fue acertada, porque regresar a mis raíces fue recuperar una parte fundamental de mi historia. Pero hubo momentos en los que llegué a replantearme si fue correcto volver a este pueblo, pensando en un escenario futuro. Porque al pensar en el futuro de Chaves, forzosamente debo incorporar en ese futuro a sus adolescentes, cuando por su edad deban ser considerados hombres y por su ubicación en la sociedad estén al frente de alguna responsabilidad.
Y no fue caprichoso que me plantease un escenario futuro complicado para Chaves, pensando en la generalizada actitud vandálica de una cantidad de adolescentes chavenses. En ese momento el gimnasio en construcción, era destrozado día a día; los nomencladores de calles, diariamente destrozados; la plaza 25 de Mayo, muestrario de todos los daños que puedan imaginarse: bancos rotos los fines de semana; faroles rotos a mansalva; cajas de conexiones eléctricas destrozadas. Y como parte del incentivo para hacer tanto daño, la misma plaza sembrada de tetrabriks y envases vacíos de cerveza.
Este no era el pueblo que había dejado en mi adolescencia; el Chaves cuya imagen surgía viva en mi recuerdo en tantas vueltas dadas por el mundo; el Chaves que vine a disfrutar en mi regreso. No. Este no era aquél Chaves. Pero, ¿Qué había cambiado? ¿Cuál fue la causa de este deterioro en la estructura social del pueblo, manifestada en el comportamiento vandálico de muchos adolescentes chavenses?
Buscando en la historia, encontré alguna información interesante. Hacia fines de la década de 1950, las autoridades de U.S.A., preocupadas por el auge de la delincuencia juvenil en su país, enviaron a un grupo de profesionales a Italia, país que a la sazón contaba con el índice más bajo del mundo de delincuencia juvenil, para ver cual era la causa de ello. Luego de muchos meses de estudios en cantidad de ciudades grandes y pueblos pequeños, la conclusión de esos profesionales fue terminante: En las familias italianas, como célula fundamental de la sociedad italiana, se respetaba la autoridad del padre. Por extensión se respetaba la autoridad de la madre y fuera de la casa se extendía el mismo respeto hacia toda otra persona de la cual emanase algún tipo de autoridad: respeto a los mayores; respeto al maestro; respeto a la policía; respeto al placero. Y ese respeto culminaba en un respeto a si mismos.
No sería de extrañar entonces, que el eje del mal comportamiento de estos adolescentes pasase por la falta de respeto a sus padres. ¿Y que hacen los padres de éstos que destrozan medio pueblo? Buena pregunta a la cual respondo tal como en una oportunidad respondió mi hermano, cuando complicado en sus asuntos, alguien le preguntó como andaba:

- "¿No tenés una pregunta más fácil?"
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miércoles, 21 de julio de 2010

--- Las cinco de la tarde...


 
Las cinco de la tarde
caminan con las sombras
de ventana y  cortinas
por sobre mi escritorio.
Escribo
perfilando las formas de un futuro;
sintetizo la idea
de lo que será, acaso,
solo un conocimiento
o un sentido de vida;
algún aporte práctico a este pisar la tierra.
V
oy dejando incesante, mi marca sobre el tiempo
como esta sombra muda
que transita papeles por sobre mi escritorio.
Ella es hija del sol
y yo también, como ella, me origino del sol,
no solo por mi marca sobre el tiempo.
Cada átomo que forma
mi cuerpo,
mis costados,
mis arribas y abajos,
se mueve con la fuerza
que alguna vida previa
robó al sol una tarde
H
asta la fuerza misma de pensar estos versos;
de amalgamar ideas
con mil datos dispersos
y ayudar a la vida.
La sensación inmensa que me da una mirada,
un gesto, una palabra
y el sabor de las mieles y el calor del verano...
los olores domésticos del pan
recien horneado...
Un beso...
una caricia... un susurro escondido
en el hondo misterio de las noches.

T
odo viene del sol.
Viene del universo
que no tiene fronteras en el tiempo.
Soy una circunstancia
y como tal, etéreo, inpalpable e inmenso
en este relativo rodar de eternidades,
que hace escribir mis versos
y me da sentimientos
para querer que un día,
mis átomos dispersos
vivan la paz del mundo
en otro cuerpo
que prosiga sintiendo cual yo,
hoy,
que estoy vivo!!

martes, 20 de julio de 2010

--- Historia de la Ciencia Argentina (2)

HISTORIA DE LA CIENCIA ARGENTINA(2)
Luego de escribir la nota del domingo, me quedé pensando en esta gente que quiere modificar la historia a su antojo y buscando un poco (no mucho), encontré una "perlita" en la Wikipedia, la que transcribo literalmente, con enlaces y todo. Pone un poco de luz al oscurantismo que paradójicamente, pretenden introducir algunos "iluminados", como el historiador de la primera nota.

"Con el objeto de incentivar la investigación científica se crean distintas instituciones estatales al efecto. En 1951, durante el mandato del Presidente Juan Domingo Perón se creó el Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas (CONITYC). Presidido por el mismo Presidente de la Nación, en su primera etapa el CONITYC congregó a importantes científicos, entre ellos los físicos José Balseiro y Enrique Gaviola, el ingeniero nuclear Otto Gamba y el astrónomo Juan Bussolini. El Consejo colaboraba estrechamente con la Dirección Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas, creada en 1950.
Una de las primeras acciones del CONITYC fue la realización del Primer Censo Científico Técnico Nacional, que recopiló información sobre todas las investigaciones llevadas a cabo en la Argentina, tanto en el sector público como en la industria privada. A partir de los resultados del Censo y en línea con las previsiones del Segundo Plan Quinquenal del gobierno, se decidió estimular la formación en física y química en la enseñanza secundaria. 
Tanto el Consejo como la mayoría de sus instalaciones dependientes fueron desmanteladas tras la autodenominada Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955 y en 1958 durante la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu, se crea en su reemplazo el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y bajo la dirección de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina...."
O sea que como podemos apreciar, ni el CONICET ni la SECYT son instituciones pioneras de la ciencia argentina. Ya antes a estas, de la mano del responsable del "bochorno" se había creado prácticamente lo mismo. Luego los "iluminados" lo desmantelaron, porque pareciera que había que demostrar que antes de ellos, "la nada!" "...y después dicen que es malo / el gaucho, si los pelea!" Que  terminen bien el día del amigo!
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--- A mis amigos


Si te abruma la carga
de un corazón cansado en la rutina
de luchar,
simplemente,
busca el lado más cálido,
busca el lado más tierno,
busca el lado más franco
de un amigo.
No olvides que un amigo
no solo tiene horas para darle
a tus tiempos alegres.
Un amigo también
– y a ésto recuérdalo!! –
es un hombro dispuesto
a mojarse en el llanto
de tus horas más tristes..!!

domingo, 18 de julio de 2010

--- Historia de la Ciencia Argentina (1)

Comisión Nacional de Energía Atómica -CNEA- (N...Image via Wikipedia
Edificio de la CNEA
HISTORIA DE LA CIENCIA
ARGENTINA(1)
En este domingo gris, en el que no dan ganas de andar afuera, acabo de encontrar un viejo reportaje al Sr. Don Diego Hurtado de Mendoza (La Nación, 28 de Agosto del 2.004) respecto a su labor como historiador de la ciencia en Argentina. Al encontrarlo, pensé que se estaba iluminando un tema hasta hoy en penumbras. Pero al leerlo comprobé que no se está gestando nada nuevo bajo el sol.Enseguida surge como un acto fallido el hecho de que primero Don Diego mencione a la energía atómica como ejemplo de desarrollo científico en Argentina. Aunque lo haya hecho con una cronología muy vaga para un historiador (de todos modos, el porqué de esa vaguedad saltó luego a la vista.) Al referirse a la energía atómica mencionó que: 

- “Durante la década de 1.950 [notar que se  remitió a una década, para obviar un año concreto y conflictivo para él: 1.950 -nota mía- ] se veía como la gran panacea y así la vendían las potencias - entre otras, los Estados Unidos -, porque vislumbraban un mercado muy promisorio de venta de reactores. La Argentina se embarcó en ese proyecto y hoy en día es un país nuclear que exporta tecnología de punta.”

Y digo acto fallido, porque habiendo mencionado a la energía atómica, Don Diego ya no podía obviarla en el reportaje. Por eso cuando enseguida la periodista le preguntó: 

- "!¿Cómo se logró un desarrollo tecnológico de vanguardia en un país tan traumático como la Argentina?," su respuesta no aclaró nada, diciendo: 

- "La historia de la ciencia local se explica perfectamente al ritmo de crisis económicas y golpes militares. Sin embargo, el desarrollo nuclear fue más bien atípico. A diferencia de la universidad, pudo atravesar todos esos cataclismos (Noche de los Bastones Largos, hiperinflación, rodrigazo, golpe del 76, vuelta a la democracia, crisis económica del 89) con cierta continuidad.” En esta respuesta ya se perfila el escamoteo de  Don Diego respecto a la verdadera historia del origen de la Comisión Nacional de Energía Atómica – CNEA-

Enseguida Don Diego forzó la introducción del nombre de Perón, que había obviado al mencionar el surgimiento de la ciencia atómica en Argentina, presentándolo no como su mentor, sino como el responsable de “…el caso más traumático y bochornoso de la historia de la ciencia en nuestro país.” Pero se abstuvo de decir que la CNEA fue el saldo más que positivo de aquél “bochorno.” Porque la CNEA fue creada el 31 de mayo de 1.950 por Decreto Nº 10.936/50, merced al interés de Perón por la energía atómica recientemente descubierta y que en sus pasos preliminares dio lugar a aquellas circunstancias que Don Diego denominó “bochorno.” Y cabe aclarar que entonces la Argentina NO SE EMBARCÓ EN NINGÚN PROYECTO como dijo este historiador (ver subrayados previos), puesto que el proyecto atómico de Argentina fue totalmente propio e independiente.
Y si dio lugar a lo que este consideró “bochornoso”, fue porque los pasos erróneos que se fueron tanteando en un tema mundialmente casi desconocido, fueron luego magnificados por los mismos personajes que, rebosantes de prosopopeya, en Argentina siempre trataron de tapar el sol con la mano. En un esfuerzo por resaltar más aquél supuesto “bochorno”, Don Diego cometió otro acto fallido al referise a cómo se intentó el desarrollo nuclear en Brasil, al decir que: 

- “Entraron por un lado más serio: la Universidad de Chicago, que fue donde Arthur Compton decidió instalar gran parte del proyecto Manhattan, donde Enrico Fermi realizó la primera reacción sostenida de fisión."

Muy acertadamente, la periodista en ese momento expresó:

- “Sin embargo, en este rubro, la Argentina llegó a un desarrollo propio que Brasil no alcanzó.”
A lo cual este replicó: 

-  “Algunos historiadores de la ciencia brasileños también lo consideran así. Uno de ellos me preguntó en una ocasión cómo, si en la década del 30 teníamos el mejor sistema educativo de América latina y si teníamos trigo, petróleo y carne, estamos en la situación en que estamos.” Otra respuesta evasiva, escamoteando el verdadero origen de la CNEA, como una de las principales ramas de la ciencia de la cual Argentina debe enorgullecerse y cuya verdadera seriedad, en comparación con el proyecto brasileño supuestamente más serio, surge de los resultados de uno y otro.
Y cuando Don Diego se refirió a la aparición del INTI e INTA en 1.956 (y no es casual esta fecha que el historiador usa como jalón..!), lo hizo como si al INTA lo hubiesen sacado de la galera los que dieron el golpe militar de 1.955, obviando las importantes bases previas sentadas por el Instituto de Suelos y Agrotecnia (de existencia aún anterior a los primeros gobiernos de Perón).
Por la prosapia a la que induce su nombre y por sus contactos explícitos con Mario Bunge y su también explícita admiración por Ernesto Sábato, sería explicable que este historiador no comulgue con nada de lo hecho durante gobiernos de plebeyos, como los de Perón. Pero salta a la vista que la historia de la ciencia que escribe tiene un sesgo político que objetivamente invalida su análisis.
 Pareciera que la verdadera historia de la ciencia de Argentina (y quizá de toda la historia del país) solo pudiera ser escrita por un extranjero. Porque la mentalidad de nuestra gente, inclusive de gente joven como es este el caso, evidentemente no puede dejar de lado las antinomias que nos dividen desde la época colonial. Antinomias que entre otras cosas se reflejan en el manejo sesgado de la información que hace un historiador que pretende escribir nada menos que la “historia de la ciencia” en Argentina; por ahora y lamentablemente, con minúsculas. Pues creo que lo que pueda escribir este Diego Hurtado de Mendoza, difícilmente esté a la altura de "El Lazarillo de Tormes." Que terminen bien el domingo!!!
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